Dejar de ser el preferido/a de Mamá o de Papá
Imaginas a tus padres delante de ti. Sientes hacia cual de los dos sientes más atracción y por el contrario hacia cual sientes algo de desprecio, rivalidad o rabia.
Al lado del que mas te atrae, colocas a su primera pareja (no debes saber quien es, pues forma parte de la intimidad de tu progenitor). Te pones en esta persona para sentirla, luego vuelves a ser tú, y le dices:
“Te devuelvo tu amor por mi padre o madre”.
“Te devuelvo tu fracaso en el amor”.
“Te libero de mí”.
“Gracias por haber hecho sitio para mi padre o mi madre, y para mí.”
Luego miras a tus padres y les dices:
“Sólo soy vuestra hija”
“Gracias por ser mis padres. Los dos sois los grandes y yo el pequeño o la pequeña”.
Y ahora honras a tus dos padres a la vez, lo más profundamente posible para reparar la falta de respeto que has tenido hacia ambos, postrándote en el suelo.