Imitación inconsciente de un campo de pertenencia
Todos estamos imitando inconscientemente a grupos y sistemas a los que hemos pertenecido, o nosotros, o algún ancestro al que hemos prometido fidelidad.
Estos grupos o campos de pertenencia pueden ser una clase social, una opción religiosa, política, espiritual o filosófica, un país, un grupo de amigos, etc. Por agradecimiento a formar parte de ellos y así tener seguridad, reconocimiento e identidad, dijimos inconscientemente “Yo como vosotros”. Y el grupo se iba reforzando con la energía que cada uno de sus miembros le entregaba, al renunciar a su autonomía a cambio de la pertenencia.
Esta imitación limita nuestra adaptación a la realidad presente y traba tanto nuestra autonomía como nuestra creatividad.
La persona imagina dos lugares, el suyo, más cerca del presente, y el del campo de pertenencia al que está imitando, más cerca del pasado.
Se coloca en cada lugar, unos segundos, hasta poder sentir el movimiento y la postura de cada uno.
La persona vuelve a su lugar para honrar y agradecer profundamente ese campo por todo lo que ofreció a la persona o a su ancestro con esa pertenencia.
Puede colocarse en el campo de pertenencia para sentir su transformación, o sentir si necesita más reconocimiento, hasta que se sienta que la dependencia entre la persona y ellos ha desaparecido.
Pueden ser útiles algunas de las frases siguientes:
- “Vosotros por vosotros, yo por mí”
- “Vosotros sois vosotros, yo soy yo”
- “Gracias”
- “Ahora puedo”