La pertenencia
Brigitte Champetier de Ribes, marzo 2022
No elegimos de donde somos, no elegimos los grandes sistemas a los que pertenecemos: no he elegido ni la época ni el dónde ni de quien he nacido.
Respetar y agradecer la pertenencia que me ha tocado me alinea con las fuerzas del amor. Me permite responsabilizarme del eslabón que soy a al servicio de cada uno de estos sistemas, que, a su vez, están al servicio el destino colectivo. Mi guía y mi holograma me orientan desde que fui concebida hacia esta misión.
Si elijo otra pertenencia de la que me corresponde, no me integro en la realidad, lucho contra ella para intentar transformarla en lo que yo deseo por mis fidelidades ciegas.
Fuerza y éxito se alejan pronto de mí.
Mis descendientes heredarán la necesidad de reconciliarse con lo que yo habré rechazado o despreciado.
Asumo mi lugar, asumo que pertenezco a un sistema familiar marcado por la historia de un país y de su cultura. Asumo, agradezco, participo desde el presente, acepto soltar la repetición del pasado. Soy un eslabón. Asiento a la misión que mi sistema familiar me ha dado.